jueves, 1 de noviembre de 2007

Deseo.



Me gustaría correr a abrazarte, para no dejarte escapar. Te diría las palabras más profundas que tengo para decirte, pero no me atrevería, pues le temo a tus risas. por eso me río de mi misma y bromeo con mis secretos.


Deseo decirte las palabras más sinceras, pero no me atrevo. Quisiera tener valor para decir que adoro, y que te extraño, que pienso en ti desde que el sol se posa en el horizonte y que cuando duermo, sueño contigo. Te diría las palabras más verdaderas que tengo para decir, pero temo que no me creas. Por ello las disfrazo de mentiras y digo lo contrario de lo que pienso. Digo que solo te necesito, que quiere verte. Me esfuerzo en que mi dolor parezca absurdo, para que no te lo parezca a ti.

Deseo decirte las palabras más valiosas, pero no me atrevo, pues temo no ser correspondida.¿Y si no sientes lo mismo? Si no te importo como tu me importas; si no sueñas conmigo como yo sueño contigo; si no despiertas suspirando porque las emociones no te caben en el corazón; si no me piensas durante horas y solo me olvidas por 3 segundos; si no te embriagas de emoción al recordar alguna cosa que hayamos dicho o hecho... ¿Y si no sientes cómo yo? Aún no logras que te crea, que sientes y dices siempre la verdad. Pero te busco todo el tiempo en los rincones, en los recuerdos, en los olores y me enorgullezco de mi inseguridad.

Deseo sentarme silenciosamente a tu lado, pero no me atrevo, pues temo que mis labios traicionen mi corazón. Se me escapría un te quiero lleno de mariposas hacia el aire; se me escaparé ese beso con el que siempre sueño. Por eso parloteo disparatadamente, escondiendo mis sentimientos tras mis palabras. Trato a mi angustia con dureza y no respondo a cada impulso que siento; prefiero esperarte. Quizas algún día tus ojos den una señal, quizas algún día a tus ojos yo los vuelva a ver. Necesito su color, sus lágrimas, su enfermedad, su irritación. La constante provocación de tu mirada renueve mi dolor.